Las Misiones Católicas mismos derechos y deberes que las parroquias alemanas
El Señor Herbert Jaime Becher fue una persona clave en la defensa de los derechos y reivindicaciones de los primeros emigrantes hispanohablantes, ante la sociedad y la Iglesia católica. A ello contribuyó su completa formación en derecho civil y su compromiso social, basado en una profunda vivencia cristiana.
El Señor Becher, de padre alemán y madre española (andaluza), nació en Barcelona, aunque pasó su infancia en el País Vasco hasta que tuvo que emigrar a Alemania.
Fue un hombre apasionado por todo lo español y alemán, alcanzando unos niveles de bilingüismo extraordinarios. Su pasión por la lectura y la música, así como su inquietud por el estudio le dotaron de unos sólidos y profundos conocimientos y competencias intelectuales. Destacaba su escritura de poesía en ambos idiomas.
Sus cualidades personales para la conversación y el diálogo le facilitaron la creación de una red de colaboradores en los ámbitos de la política, iglesia y emigración que siempre supo poner al servicio del bien común.
Acompañó y apoyó los procesos de fundación y posterior desarrollo de las Misiones Católicas de Lengua Española, la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia en Alemania y la Academia Española de Formación.
El Señor Becher nunca estuvo satisfecho del status jurídico que tenían las Misiones extranjeras en la Iglesia de Alemania ya que, en su opinión, debían tener los mismos deberes y derechos que las parroquias alemanas. Apoyó las Asociaciones de padres como vía imprescindible para hacer valer el derecho de los padres a decidir en la educación escolar de sus hijos. Estaba también convencido de que la autogestión en la formación era una vía irrenunciable de las comunidades extranjeras para el desarrollo armónico de su integración, fomentando la propia identidad. La iglesia alemana, decía Becher, no tiene el monopolio de la formación para los emigrantes.
Su legado científico queda plasmado en sus prestigiosos diccionarios (español-alemán) sobre temas jurídicos, económicos y políticos.
Comprometido con las personas inmigrantes hasta después de su jubilación; tuvo que retirarse, durante los últimos años de su vida, al padecer una dura enfermedad que le obligó a apartarse de la vida pública. Su esposa Siegried Becher le acompañó paciente y amorosamente hasta el final.
Se ha marchado un ser excepcional y único que pasó por este mundo haciendo el bien. GRACIAS AMIGO.
Descanse en Paz.