- ¿Qué es CISNE Hannover e.V.? ¿De manera resumida cuáles son vuestras principales actividades? ¿Son sólo para hispanohablantes?
CISNE nació en Hannover en el 2013 con un propósito claro: por un lado ayudar a los muchos hispanohablantes que estaban llegando a la ciudad con sus dudas y primeros problemas; por otro lado, acercar a los alemanes a esta nueva población hispanohablante emergente para que pudieran familiarizarse con ellos y compartir mutuamente su carácter, sus idiomas y culturas.
En su origen este proyecto era bastante pequeño y limitado, ya que éramos muy pocos los que comenzamos y cada uno echaba una mano en lo que podía ante el gran número de migrantes que por esos años llegaban. Sin embargo, al mismo tiempo que conocíamos a nuevas personas, se nos fueron sumando nuevos compañeros que enriquecieron el proyecto original y lo fueron ampliando con sus conocimientos y capacidades.
Actualmente ofrecemos un amplio abanico de actividades y eventos destinados a la integración. Por ejemplo, orientación gratuita a los recién llegados; organizamos charlas informativas sobre temas actuales; tenemos un curso de alemán de refuerzo para migrantes hispanohablantes con dificultades para encontrar un Integrationskurs; también trabajamos en cooperación con otras asociaciones e instituciones para crear o fomentar proyectos que ayuden a las personas con problemáticas específicas, como las búsqueda de trabajo en el mercado laboral o información a las madres y padres sobre integración de los niños en el sistema educativo alemán. Tampoco olvidamos los eventos sociales y culturales y regularmente organizamos Spieleabende (tardes de juegos), también ofrecemos semanalmente un curso de salsa muy divertido, realizamos encuentros de tándem para mejorar el alemán y que nuestros amigos alemanes mejoren su español; hacemos escapadas entrañables de senderismo todos juntos para perdernos en los rincones verdes de la región y conocerlos mejor, y en verano llega nuestro plato fuerte: las divertidas y sabrosas Comidas Populares.
En todos estos eventos españoles, latinoamericanos y alemanes nos juntamos, conversamos, nos reímos, compartirnos buenos momentos y hacemos nuevas amistades. No entendemos nuestro trabajo sin este encuentro necesario y fraterno entre culturas e identidades.
- ¿Cuál es tu responsabilidad dentro de la Asociación? ¿Qué estudios tienes? ¿Dónde trabajas?
Fui uno de los cinco miembros fundadores y más o menos desde su comienzo fui asumiendo tareas de coordinación y dirección de la asociación. Desde que CISNE pasó a ser una asociación registrada, asumí el cargo formal de presidente. Al principio coordinaba esta función con un proyecto que se llamaba Cine y Filosofía. Sin embargo, a medida que la asociación creció, me dediqué a aspectos más formales y organizativos como la supervisión de proyectos, la comunicación con otras asociaciones e instituciones, organización de eventos internos y externos y ese sinfín de pequeños quehaceres que surgen en las asociaciones activas.
En mi caso me licencié en la carrera de Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Luego más tarde, aquí en Hannover estudié filología hispánica en la Leibniz Universität para lograr una serie de créditos que necesitaba para lograr el reconocimiento como profesor en la escuela pública alemana. Después de un largo recorrido y muchos obstáculos, logré ese objetivo y ahora enseño las asignaturas de español y Werte und Normen (ética, para que nos entendamos) en un colegio de Hildesheim, cerca de Hannover.
- ¿Cuál es tu historia como inmigrante? (tiempo en Alemania, familia,…)
Cuando terminé mis estudios decidí viajar por Europa y mejorar algún segundo idioma extranjero. Mi primera parada fue Bruselas. Estando allí aproveché para visitar Hannover, donde tenía amistades alemanas de mi época de tutor erasmus en Madrid. Siempre había escuchado rayos y centellas sobre esta ciudad, pero en una visita espontánea tuve la oportunidad de conocer sus espacios verdes, la magia de sus barrios y su cultura underground. Todo aquello me cautivó desde el primer momento. Cuando inesperadamente me surgió la oportunidad de mudarme allí, no me lo pensé e hice las maletas inmediatamente. Me dije que solo sería un año, a lo sumo dos. Y bueno … ¡ya llevo casi diez! Al principio siempre me tomé la experiencia liviana y despreocupadamente, pero luego la cosa se puso seria: Encontrar trabajo, la Krankenkasse, hacer la declaración de la renta, hacer cualquier tipo de trámite. La crisis en España me hizo recapacitar si tenía sentido regresar a España, especialmente cuando gozaba de una buena calidad de vida aquí en Alemania. Así fue que hubo un momento en el que me di cuenta que la vida se ponía seria y que ya no era un viajero ocioso, sino un migrante con responsabilidades. De este modo acepté esa realidad, aposté por quedarme aquí y asumí mi duelo. Con el paso de los años mi hermano también se vino y aquí conocí a mi novia, con la que actualmente vivo. Sin esperarlo ni quererlo Hannover se convirtió en mi hogar.
- ¿Qué crees que aporta CISNE a las personas inmigrantes?
Nuestro objetivo siempre ha sido apoyar y servir de guías aquellas personas que se sienten desorientadas en su camino de adaptación e integración a la ciudad de Hannover o sus alrededores. También mucha gente viene a nuestros eventos para conocer a otras personas y así ampliar sus redes sociales. Me gustaría pensar que, en estos cinco años de servicio, hemos sido capaces de lograr estos objetivos.
- ¿Cuál es tu opinión sobre la participación asociativa de los inmigrantes hispanohablantes en asociaciones de lengua española? Crees que puede favorecer el aislamiento y crear “ghetos“?
Yo distingo diferentes tipos de asociaciones de lengua española, aunque a grandes rasgos podemos distinguir dos: Por un lado, aquellas que tienen un carácter más social y, por otro lado, otras que tienen una carácter más cultural o folclórico. Estas últimas por lo general se dirigen a un público con una identidad nacional concreta (asociación española, centro mexicano, etc…) y que, aunque no suelen ser necesariamente cerradas o excluyentes, si he observado dinámicas más endogámicas y aislacionistas.
Alemania es un país con una lengua y unas costumbres que a veces nos pueden resultar extrañas y difíciles, y esto naturalmente puede producir contratiempos y malentendidos que produzcan un distinto grado de frustración entre los emigrantes. Hay gente que busca en las asociaciones hispanohablantes una especie de refugio en el que poder expresar en su idioma materno y en compañía de compatriotas estas inquietudes y dificultades. Nosotros, no obstante, creemos que es más provechoso formar parte de grupos abiertos e interculturales formados por españoles, latinoamericanos y, cómo no, los propios alemanes. De esto modo no solo es posible aprender a canalizar esos sentimientos de frustración e impotencia sin esconderse ni refugiarse en una comunidad concreta, sino además encontrar en una compañía más amplia y diversa, fórmulas y estrategias manifiestamente más plurales, constructivas y activas para superarlas.
Estoy convencido que el asociacionismo moderno no puede verdaderamente prosperar en Alemania sin esta actitud de interculturalidad y fraternidad, que lejos de señalar las diferencias y refugiarse ante lo extraño, busca puntos en común entre las culturas y construye puentes entre ellas.
- ¿Coordináis vuestras actividades con la Misión Católica de Lengua Española (MCLE)?
CISNE es por definición aconfesional y apartidista, nuestro trabajo ha tenido un carácter y unos objetivos estrictamente socioculturales. En este sentido siempre hemos trabajo con cualquier otra institución o asociación con los que compartiéramos esos objetivos. Durante los primeros años de la asociación mantuvimos relaciones muy estrechas y cooperativas con la MCLE debido a que su antigua secretaria, la Sra. Díaz, una de las inspiradoras de CISNE; tenía una visión muy social para el uso de los espacios del KIZH (Katholische Internationale Zentrum Hannovers). Después de que ella saliera de allí, nuestra cooperación con la MCLE se fue erosionando. Actualmente algunos de nuestros proyectos aún siguen teniendo lugar en el KIZH pero nuestra cooperación general con la Misión no es tan estrecha como antes. Esperamos que eso cambie.
- ¿Qué aspectos positivos ves de tu vida en Alemania?
Creo que Alemania sabe recompensar a aquellos que con una labor trabajadora y una actitud superadora luchan cada día en salir adelante. Quizá eso no llegue inmediatamente y tome algunos años ver sus frutos, pero estos llegan. En el caso de muchas personas de mi entorno y en el mío propio, hemos comprobado que después de mucho esfuerzo no solo hemos logrado prosperar laboralmente sino que además contamos con una gran estabilidad y calidad de vida que quizá en nuestros países de origen no podríamos encontrar.