7.400 Km en 6 días. Alemania (Frechen-Königsdorf) – España (Sevilla) – Eslovaquia (Michalovce)
En la pequeña ciudad alemana de Frechen en el estado de Renania del Norte-Westfalia cerca de Colonia una familia misionera migrante, perteneciente a los Misioneros Seglares Vicencianos (MISEVI), inició en marzo del 2016 un proyecto de apoyo y promoción integral a hispanohablantes. La fundación del denominado “Centro San Francisco” fue posible gracias al principio de colaboración interasociativa y congregacional, así como a los apoyos financieros del Arzobispado de Colonia y de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española.
A la labor voluntaria de la familia misionera, se sumaron apoyos de voluntarios procedentes de España (muchos de ellos migrantes latinoamericanos) y a la consolidación de un equipo organizador del Centro integrado principalmente por feligreses y el párroco de la Comunidad Católica de Lengua Española de Köln-Bonn.
Las actividades formativas, de crecimiento personal y espiritual sufrieron un parón en el 2020 con la llegada de la pandemia del coronavirus y las consiguientes restricciones impuestas. Las hermanas franciscanas de la congregación alemana de las Armen-Schwestern vom heiligen Franziskus, que con tanto mimo y cariño acogieron el proyecto desde el inicio, se vieron obligadas, en septiembre del 2021, a comunicar la finalización de la cesión del local que albergaba la sede del Centro San Francisco.
En reunión de urgencia el Equipo Organizador estableció el procedimiento para desalojar el Centro de todo el equipamiento y mobiliario. Todo ello se almacenó, provisionalmente, en un trastero cedido y alquilado durante 6 meses. Resultando infructuosas las gestiones que, durante ese periodo, se realizaron para ubicar el Centro en otro lugar y con el apremio del plazo para vaciar el trastero, el equipo comenzó a ofrecer todo el equipamiento y mobiliario de manera gratuita a las Misiones Católicas y algunas asociaciones de hispanohablantes en Alemania. Debido al desinterés y dificultades para asumir la retirada total de todo lo almacenado se iniciaron gestiones fuera de Alemania dando prioridad a asociaciones que realizaran trabajo con migrantes y/o refugiados. Finalmente, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y la asociación AFAVI de Sevilla (España) expresaron su deseo de poder adquirirlo todo, para sus proyectos de promoción e intervención integral con menores y familias en situación de vulnerabilidad y la acogida a personas en situación de exclusión social y/o sin hogar. En los proyectos que gestionan las Hijas de la Caridad y AFAVI se atienden a migrantes subsaharianos y a mujeres que huyen de la trata de blancas.
Ayuda a ucranianos
La situación de necesidad que viven los ucranianos obligados a huir de su país y refugiarse en los países vecinos a causa de la guerra, fue el detonante que animó a los miembros de MISEVI en Alemania a coordinarse con los voluntarios de MISEVI-Eslovaquia, que colaboran en los campos de refugiados en la frontera con Ucrania, para proponerles un posible envío de ayuda humanitaria.
El reto era doble los migrantes hispanohablantes en Alemania llevarían el equipamiento y mobiliario para apoyar a proyectos en los que se atienden a migrantes subsaharianos en Sevilla y desde allí habría que promover la recogida y envío de la ayuda humanitaria solicitada por los voluntarios de MISEVI-Eslovaquia.
En un tiempo récord de una semana, las organizaciones vicencianas movilizaron a la población de Sevilla y atendieron la solicitud de MISEVI-Eslovaquia. Lograron recoger el material sanitario, pañales y alimentos no perecederos para bebés, niños menores de 2 años y ancianos. Además de ello consiguieron ayuda económica para sufragar los gastos de transporte desde Frechen (Alemania) a Sevilla (España) y posteriormente de Sevilla a Michalovce (Eslovaquia) y una vez allí iniciar viaje de regreso a Alemania. En total un viaje de 7.400 Km realizado en 6 días atravesando 10 países.
La contribución de la empresa Europcar (sucursal Koblenz) fue fundamental, ya que apoyó el proyecto cediendo gratuitamente una furgoneta nueva, con ello constató su compromiso social corporativo y solidaridad con las personas migrantes y refugiadas.
En tiempos donde parece que se acentúan las divisiones e intolerancias en distintas esferas de la vida, es hermoso contemplar este signo de unidad y solidaridad entre distintos migrantes y refugiados que viven en la plural y heterogénea Europa.
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Teresa de Calcuta.