El retiro de Semana Santa de este año, organizado por la comunidad de Leipzig y la Asociación de Católicos, fue una experiencia profundamente transformadora. Desde hacía años, la comunidad ansiaba tener su propio retiro y la providencia trajo al Padre Dominique Gastineau, quien nos permitió vivir un triduo pascual con las liturgias en español, oración profunda e intensa, y un compartir fraterno como una verdadera familia.
Personas de diversas regiones de Alemania se unieron para vivir a fondo la gracia de la Semana Santa. Una familia, con mucha devoción, tomó nueve trenes desde Bremen con dos bebés y otro niño pequeño. Otros participantes y servidores vinieron desde Marburg, Mannheim, Erfurt, Frankfurt y Múnich. Este fervor y sacrificio demuestra la importancia de este retiro para todos.
Durante el triduo, tuvimos la oportunidad de dejar al pie de la cruz nuestras preocupaciones y dejarnos iluminar por la divina misericordia. Cada liturgia, cada momento de oración, fue una ocasión para encontrarnos con Dios y su Hijo resucitado. El encuentro en español en el árido este de Alemania fue una bendición que celebramos con inmensa alegría y fraternidad.
Muchos de los participantes recibieron el apoyo de la Asociación de Católicos, lo que facilitó su participación cubriendo los costos de alojamiento y comidas. Este gesto solidario permitió que más personas pudieran beneficiarse de esta experiencia espiritual sin preocuparse por los gastos.
La felicidad que la gente transmitía después del retiro no solo irradió el este de Alemania sino que se extendieron por todo el país. No solo fortaleció nuestra fe individual, sino que reforzó los lazos de nuestra comunidad, convirtiéndonos en una familia espiritual unida y fervorosa. Una experiencia renovadora, que buscaremos vivir una vez más en el próximo Retiro de Verano en Weisskirchen, y en cada oportunidad que el Señor nos regale para encontrarlo.