El camino sinodal de la Iglesia en Alemania se entiende como un proceso de reacondicionamiento frente a los desgarradores resultados de los estudios sobre los abusos sexuales cometidos por sacerdotes, religiosos y educadores en el ámbito de la Iglesia Católica.
Hasta mitad de los años 90 este problema no había sido hablado abiertamente, por el contrario, la actitud en muchas diócesis y órdenes había sido la de ignorar y cubrir tales delitos. Es con las revelaciones del padre jesuita Klaus Mertes en el año 2010, que en Alemania empezó el debate acerca del tema. Pronto se vió que el tema es muy amplio y que los abusos sexuales ocurrieron en diversos ámbitos de la sociedad. Al mismo tiempo, los abusos dentro de la Iglesia son peor aun, dado que ella pretende ser ejemplo para la sociedad. Por esa razón es que la conferencia episcopal alemana comisionó un estudio independiente sobre las dimensiones de los abusos en el ámbito de su jurisdicción. Los resultados de la llamada “MHG-Studie” fueron publicados en el año 2018.
El estudio entre los años de 1946 hasta 2014 dio como resultado un número de 3677 víctimas de abusos sexuales menores de edad. Los expertos suponen que el número de los casos desconocidos podría ser aún más alto. Entre los que han cometido los abusos se encontraron 1429 sacerdotes diocesanos, 159 sacerdotes religiosos y 24 diáconos.
Ante estas dimensiones ya no se podía continuar minimizando la temática. Al mismo tiempo y con la ayuda de los aportes de expertos, se reconoció que no se trataba del problema de unos individuos, sino de un problema más complicado debido también a la misma estructura de la institución eclesiástica, que se presenta como una jerarquía de hombres célibes, que desde muchos siglos mantienen el poder y el control. De igual forma, salió a la luz que los abusos sexuales no son episodios espontáneos y aislados, sino que se dan bajo ciertas condiciones que los favorecen, sobre todo un desequilibrio de poder. Finalmente, los abusos sexuales, muchas veces, son precedidos por un abuso de poder espiritual. Por todo ello es que los obispos alemanes decidieron en la plenaria del mes de marzo del 2019 hacer un camino junto al Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK). Fueron identificados 4 temas que en este contexto parecían importantes:
“Poder y separación de poderes en la Iglesia – Compartir y participar en la misión”.
“La existencia sacerdotal hoy”.
“Las mujeres en los ministerios y cargos de la Iglesia”.
“Vivir de forma positiva las relaciones: vivir el amor en la sexualidad y la pareja”.
El formato del camino sinodal es nuevo respecto a los formatos definidos por el derecho canónico. El derecho canónico define claramente lo que es un sínodo, cual es la composición de los participantes y cuales son sus competencias, los tiempos etc. El camino sinodal entiende ser un proceso más abierto. Los órganos principales del camino sinodal son: la asamblea sinodal que cuenta 230 miembros, diferentes foros de discusión en acuerdo con los temas del camino sinodal, un comité directivo con representantes de la Conferencia episcopal y del ZdK de igual número, que se avale además de un grupo de expertos. La asamblea está compuesta por todos los obispos activos y por laicos, hombres y mujeres, del ZdK en igual número, que representan a las diócesis, a diferentes instituciones eclesiales y asociaciones. Más allá de éstos, también hay profesionistas eclesiales, representantes de órdenes religiosas y colaboradores de las administraciones diocesanas. Y, finalmente, fueron convocadas 15 personas que no habían cumplido los 30 años en el momento en que comenzó el camino sinodal.
La inauguración oficial del camino sinodal, que fue el primero de adviento de 2019, fue precedida por una fase de preparación.
El camino sinodal quiere ser un proceso marcado por la actitud expresada en el lema “juntos, unos con los otros, unos para los otros”. En un principio tendría que durar dos años, pero esta duración nunca se ha definido formalmente. Está claro que la pandemia también cambió el ritmo y la dinámica del proceso.
Los hitos más importantes del proceso son los momentos en que se reúne la asamblea sinodal. Es en estas ocasiones que los foros presentan los resultados de las respectivas discusiones. En base a los resultados, la Asamblea Sinodal, durante el proceso o al final, puede formular algunas resoluciones. La Conferencia Episcopal Alemana y cada uno de los obispos diocesanos pueden adoptar como propias dichas resoluciones, cuando se trata de materia de su competencia. Sobre la aplicación de las resoluciones que tienen relevancia para la Iglesia universal es la Sede Apostólica quien decide. El Nuncio Apostólico está invitado a participar en las sesiones plenarias como observador con derecho a voz.
P. Tobias Keßler cs
Párroco Misión Católica de Frankfurt