Con este artículo, queremos hacer un llamado para que todos podamos contribuir al cuidado de nuestra casa común, como nos dice el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si.
La encíclica, publicada en mayo del 2015, es un llamado a todas las personas del mundo, sin importar la afiliación religiosa, a realizar acciones de manera individual y colectiva que ayuden a cuidar de nuestra casa común – la tierra.
La encíclica manifiesta una gran preocupación por los daños al medio ambiente y su efecto en la vida de las personas y el funcionamiento de los ecosistemas. Menciona, por ejemplo, el hecho de que la actividad humana es la principal causa del calentamiento global. El Papa afirma que “La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento”.
Confirma que «el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, porque es vital para la sobrevivencia de las personas; también preocupa la pérdida de la biodiversidad porque “cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre».
En el contexto de este documento, las personas siempre vienen primero, sobre todo los pobres y por ello destaca como un tema central de la encíclica el valor propio de todos los seres vivos. Se llama la atención sobre la cultura del usar y tirar o “la cultura del descarte”, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura.
Tal vez el elemento más importante de la encíclica es el concepto de la ecología integral, que tiene que ver con el hecho de que el ser humano crece, madura y se santifica a medida que entra en relación y establece una conexión con el mundo. La ecología integral hace una invitación a “recuperar los distintos niveles del equilibrio: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, y el espiritual con Dios.
Una ecología integral tiene que ver con cambiar los gestos y hábitos cotidianos, desde la reducción en el consumo de agua a la separación de residuos o el apagar las luces innecesarias.
Al aplicar el concepto de la ecología integral y de cambiar estos gestos y hábitos cotidianos la encíclica nos dice que se hace posible “sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo – nuestra casa común”.
El texto completo de la encíclica Laudato Si, en español se encuentra en:
Escrito por Alejandro Kilpatrick
Líder del Equipo Sub-Programa de Fortalecimiento de Capacidades
Programa sobre financiación climática, tecnología y fortalecimiento de capacidades
Secretaria de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
Bonn, Alemania