Católicos hispanohablantes renuevan la Iglesia estadounidense
Un mexicano preside la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos
Un hispano fue elegido por primera vez como presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, USCCB, por sus siglas en inglés. Se trata del mexicano, Mons. José Gómez, arzobispo de Los Ángeles. Este nombramiento refleja de alguna manera la realidad demográfica de la Iglesia católica en Estados Unidos, donde el 40% de los católicos y el 50% de los católicos menores de 21 años son hispanos.
Podríamos decir que los hispanos se han hecho cargo de su lugar en la Iglesia de Estados Unidos. En numerosas parroquias y diócesis existe un ministerio hispano, desde donde se atiende a esta vibrante comunidad. A nivel nacional la comunidad hispana fue encontrando su identidad a partir del I Encuentro de Pastoral Hispana, que tuvo lugar en 1972. El V Encuentro tuvo su evento central en 2018, en Texas, al que concurrieron 3.000 laicos líderes y 125 obispos. Se trata de un proceso que se desarrolló en parroquias, movimientos y diócesis a lo largo de cinco años.
Estados Unidos cuenta con 267 obispos activos, de los cuales 28 son de origen hispano. Se podría considerar, y con justicia, que 28 obispos hispanos no son un número representativo, relacionado con la cantidad de hispanos católicos en el país, pero se debe tener en cuenta que los cambios, para que estén arraigados en una comunidad, deben ser orgánicos y paulatinos.
Estos números reflejan sin duda la realidad de la demografía en el liderazgo de la Iglesia en EEUU. Muy de a poco, se va tomando conciencia de la necesidad de ubicar a hispanos en puestos pastorales, e incluso que obispos, sacerdotes y agentes pastorales y catequéticos aprendan español. Pero hay una realidad que debe tomarse en cuenta: ya partiendo de la vida parroquial, hispanos y anglos no se integran con facilidad. Normalmente no se trata de discriminación, sino de formas de ser, culturas, intereses e idiomas diversos. El hispano genera comunidad, alegría y es evangelizador por naturaleza. El anglo tiende más a vivir una religión en la que hay que cumplir con normas.
En mis 20 años de involucramiento en el liderazgo hispano tanto en catequesis como en pastoral hispana en la Arquidiócesis de Washington, he experientado casi un nulo interés de parte de muchos anglos hacia la misión hispana. Personalmente nunca me preocupó esto en lo más mínimo. Solo rogué siempre al Señor que me permitiera seguir atendiendo a mi gente, y siempre me lo concedió.
Veo un desafío similar para los católicos hispanohablantes en Alemania. No es fácil integrar la cultura germánica con la hispana. Lo único que uno puede hacer, es trabajar con pasión y entrega por la misión, sin esperar ver los frutos que uno desearía. Podemos recibir mucho de anglos y sajones, y tenemos mucho para dar. El secreto de nuestra misión como hispanos en estos pueblos es ir a las periferias con humildad y espíritu de servicio. Todo lo demás está en manos del Señor, que es quien abre las puertas del encuentro y del corazón.
Enrique Soros
Consultor de la Comisión de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud, Conferencia de Obispos Católicos de EEUU
Coordinador del Portal de Migrantes del Consejo Episcopal Latinoamericano