Reflexiones a partir de la conferencia de José Manuel Errasti «Éxito y miseria de la identidad de género» desde una antropología cristiana
Una ideología es un conjunto de ideas que, partiendo de una verdad o una hipótesis aparentemente verdadera, intenta explicar la realidad de manera global. Las ideologías se caracterizan por ser totalizantes y llegar a conclusiones falsas y peligrosas. En el caso de la «ideología de género», se parte de la idea de que las diferencias entre hombre y mujer se expresan de manera distinta según las sociedades, o, dicho de otro modo, que existen comportamientos asociados con la masculinidad y la feminidad que escapan lo estrictamente biológico o congénito. Partiendo de esta verdad, la ideología de género afirma que existe un «género» en las personas que no se identifica necesariamente con su sexo biológico. Puede definirse la «ideología de género» como aquella ideología basada en la tesis anticientífica[1] de que el ser humano nace neutro desde el punto de vista sexual. La identidad sexual —según esta ideología— puede construirse libremente, sin conexión con el cuerpo[2].
El pasado 20 de mayo, el profesor José Manuel Errasti —coautor del best seller «Nadie nace en un cuerpo equivocado» (2022)— impartió una charla titulada «Éxito y miseria de la identidad de género» en Mainz, organizada por el Departamento de Formación de la Delegación de Misiones Católicas de Lengua Española en Alemania. Esta conferencia abierta contó con la presencia de sacerdotes, jóvenes y familias —el evento gratuito requería de una edad mínima de 18 años para participar. Muchos interesados se desplazaron de diferentes partes de Alemania y el auditorio estuvo al límite de su capacidad. Hubo dos bloques de exposiciones, con tiempo para preguntas y respuestas. Además, cabe destacar la participación del delegado nacional de las misiones de lengua española en Alemania, el sacerdote Ferrán Jarabo Carbonell, quién hizo sus aportaciones desde el Magisterio de la Iglesia y la filosofía del lenguaje —una de sus áreas de especialidad. El evento fue un éxito, no solo por la cantidad de personas, sino por el interés generado en un tema que, como intentaré explicar en este artículo, nos compete a todos.
El presente texto surge a partir de la conferencia del 20 de mayo y tiene tres objetivos. En primer lugar, busca prolongar el diálogo y la reflexión para aprovechar el impulso dado por el profesor Errasti y que lo ganado no pierda su continuidad, sino que se siga acrecentando. Por otra parte, las siguientes líneas pretenden recuperar algunos puntos claves de la conferencia, acerárselos a quienes no pudieron estar y recordárselos a los que sí estuvieron, para fomentar la discusión y la formación en esta temática. Finalmente, este escrito intenta esclarecer ciertos puntos desde la Revelación y el Magisterio de la Iglesia, que no pudieron ser iluminados correctamente debido al limitado tiempo de exposición durante la conferencia «Éxito y miseria de la identidad de género».
Sin dudas, la palabra de un profesor universitario de psicología, como lo es José Errasti, tiene peso cuando se trata de abordar el tema de la ideología de género. No solo gracias a su conocimiento, también por su enfoque científico, Errasti plantea un caso sólido que nos permite descubrir la problemática alrededor de la «identidad de género». Así, en su exposición, no faltaron datos contundentes. Por ejemplo, nos contó como en solo una década, la edad media de aparición de la «disforia de género» disminuyó de 35 a 23 años y que el 85% de los jóvenes con esta problemática la supera luego de la adolescencia si no se aplican hormonas o bloqueadores hormonales. También destruyó mitos como el falso chantaje del suicidio o la idea de que este problema haya existido siempre en la historia de la humanidad. Nos contó de la disforia de género de inicio rápido —ROGD[3], por su cifras en inglés—, un fenómeno nuevo, surgido en los últimos años e impulsado por las redes sociales y los ideólogos de género, que afecta a los jóvenes adolescentes, en su mayoría (80%) mujeres.
El profesor Errasti no se limitó a mostrar la miseria de la ideología de género, sino que también dio pautas prácticas para reaccionar adecuadamente. En primer lugar, remarcó la importancia de buscar la verdad y, en particular, la verdad biológica de los dos sexos[4], masculino y femenino, que no se pueden cambiar. Por otra parte, recomendó prudencia, en especial para con los adolescentes. Además, realizó un llamado a comprender el problema de una manera más profunda, yendo a la raíz de las causas. Con relación a esto, mencionó la importancia de supervisar el uso de las redes sociales y de proteger contra la exposición a la pornografía —a la cual criticó por generar una idea completamente distorsionada de lo que es el sexo real. Por último, el profesor habló del respeto, que implica abrirse al diálogo, a la discusión, a buscar la verdad, a decir «sí» y, a veces, también decir «no».
José Manuel Errasti se define como un «cristiano incrédulo» porque es afín a los valores de la sociedad cristiana, pero no profesa la fe en Cristo. Nosotros, cristianos, podemos aprender de él. Aunque no concordemos en todo, son muchos los puntos de confluencia de los dichos de Errasti con las enseñanzas de la Iglesia en lo que se refiere la ideología de género[5].
Un punto muy interesante de la exposición del profesor Errasti fue la relación que mostró entre el problema de la identidad de género y el individualismo y la sociedad de consumo[6]. Por otro lado, la relación entre comunismo e ideología de género ha sido analizada ya por otros autores[7]. Como lo indica Errasti, hay ideólogos de género dentro de todo el espectro político[8].
Errasti y su colega han logrado descifrar que la función reproductiva y la sexualidad están íntimamente ligadas[9]. Al querer separar estos dos aspectos, no es de sorprender que se caiga en contradicciones relacionadas a la naturaleza del Hombre[10] y del matrimonio. A este respecto, la Iglesia siempre ha enseñado que existe una «inseparable conexión que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador»[11]. El significado unitivo consiste en que el acto conyugal une profundamente a los esposos, los hace «una sola carne» (Gn 2,24). El significado procreador consiste en la participación de los cónyuges en la tarea creadora divina mediante la aceptación generosa de los hijos. Además de la inseparabilidad de estos dos significados, debe decirse que ellos se nutren mutuamente:
«Efectivamente, el acto conyugal, por su íntima estructura, mientras une profundamente a los esposos, los hace aptos para la generación de nuevas vidas, según las leyes inscritas en el ser mismo del hombre y de la mujer. Salvaguardando ambos aspectos esenciales, unitivo y procreador, el acto conyugal conserva íntegro el sentido de amor mutuo y verdadero y su ordenación a la altísima vocación del hombre a la paternidad».[12]
La Iglesia nos enseña cómo comprender la diferencia entre el hombre y la mujer. Se trata de una complementariedad en la que la mujer constituye una «ayuda adecuada» para su marido y este lo es para ella (Gn 2,18). «El hombre y la mujer están hechos “el uno para el otro”: no que Dios los haya hecho “a medias” e “incompletos”: los ha creado para una comunión, en la que cada uno puede ser “ayuda” para el otro, porque son a la vez iguales en cuanto a personas y complementarios en cuanto masculino y femenino» (CEC 372). Este «significado esponsal del cuerpo», expresado en la sexualidad del hombre y la mujer, es aquello que nos identifica más con Dios (cf. Gn 1,27).
Otro punto importante que conviene aclarar es el peligro del uso del término gender refiriéndose al Hombre. El papa nos enseña: «no hay que ignorar que el “sexo biológico (sex) y el papel sociocultural del sexo (gender), se pueden distinguir pero no separar”»[13]. La ideología de género utiliza el lenguaje de forma errática. Emplea nociones de género —por ejemplo, «heterosexual», «homosexual», «lesbiana», «bisexual»— que «son en sí conceptos simplistas y en cierta manera ideológicos, ya que no constituyen ninguna identidad personal. Lo que hay que decir, en cambio, es que el ser humano puede tener determinadas conductas sexuales»[14], algunas de las cuales son ordenadas —dentro del matrimonio y estando abiertos a la vida— y otras, no.

Sin dudas, la ponencia de José Manuel Errasti fue muy enriquecedora. El problema de la ideología de género es un tema de actualidad que nos involucra a todos. Representa una amenaza para el futuro de nuestros hijos y las familias de nuestra sociedad. La reflexión alrededor de esta problemática puede ser una oportunidad para redescubrir la belleza de la creación del Hombre y del sacramento del matrimonio, según una antropología adecuada, verdadera y liberadora (Cf. Jn 8,32), a la luz del Magisterio de la Iglesia de Cristo.
Para finalizar, dado que el presente artículo no agota el tema en discusión, es pertinente hacer unos apuntes acerca de la bibliografía disponible. Recomiendo el libro de Eugenio Alburquerque —«Ideología de género. Pretensiones y desafíos»[15]— que presenta una exposición concisa, en forma de preguntas y respuestas e iluminada por el Magisterio de la Iglesia. El padre Pedro Trevijano publicó recientemente un libro[16] que recopila 24 artículos sobre el tema. Vale la pena leerlo, sobre todo por las muchísimas referencias a textos del magisterio de la Iglesia. Recomiendo en particular los últimos dos capítulos donde se citan textos de los papas San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Otra excelente referencia sobre el tema es el libro de Pablo Muñoz Iturrieta[17]. Se trata de un trabajo más extenso y exhaustivo que los anteriores, con muchas referencias a publicaciones científicas y datos relevantes. En cuanto a la enseñanza de la Iglesia Católica sobre el matrimonio, la paternidad responsable y la regulación de la natalidad, la encíclica «Humanae vitae»[18], del santo papa, Pablo VI, es de lectura obligada.
Martín N. Greco Coppi

Padre de familia, catequista de confirmación e ingeniero mecánico. Misiones: Darmstadt y Wiesbaden.
Fotos: Cathopic y Martín Greco
[1] Pablo Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo equivocado. La ideología de género frente a la ciencia y la filosofía. Ontario: Metanoia Press, 2020. Segunda edición, p. 137–157; 239–241.
[2] Sobre la definición de «ideología» y, en particular, de «ideología de género» véase Eugenio Alburquerque, Ideología de género. Pretensiones y desafíos. Madrid: Editorial CCS, 2018. Tercera edición, p.9–16.
[3] Cf. Abigail Schrier, Irreversible Damage. London: Swift Press, 2021. Primera edicíon, p. 27.
[4] A este respecto, Errasti y su colega presentan un tratamiento sólido en el primer capítulo de su libro. Explican, refiriéndose el problema de la intersexualidad, que «el sistema reproductor humano no presenta una mayor casuística de variantes que el sistema locomotor o el circulatorio. Nadie negará que la especie humana es bípeda o que el corazón humano tiene cuatro cavidades». José Errasti y Marino Pérez Álvarez, Nadie nace en un cuerpo equivocado. Éxito y miseria de la identidad de género. Barcelona: Deusto, 2022. Undécima edición, p.41.
[5] Acerca de la ideología de género, cf. Francisco, Amoris laetitia, 2016, principalmente n.56 y también n. 52,153, 155 y 251., respecto del individualismo cf. Francisco, Fratelli Tutti, 2020, n.105.
[6] José Errasti y Marino Pérez Álvarez, opus cit., p.55–60.
[7] Cf. Nicolás Márquez y Agustín Lage, El libro negro de la nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural. Buenos Aires: Grupo Unión, 2016. Primera edición, p.92–123. La Iglesia ha condenado el comunismo y el socialismo en diversas ocasiones. Al respecto puede consultarse la encíclica Cuadragesimo Anno de Pio XI (1931), n.117.
[8] José Errasti y Marino Pérez Álvarez, opus cit., p.89.
[9] José Errasti y Marino Pérez Álvarez, opus cit., p.32–37.
[10] A este respecto, puede consultarse el interesante documental «What is a Woman?», presentado por el comentador político Matt Walsh en el año 2022.
[11] San Pablo VI, Humanae vitae. Carta encíclica dada en Roma el 25 de julio de 1968, n.12.
[12] San Pablo VI, opus cit., n.12.
[13] Papa Francisco, Amoris Laetitia, n.56; citando el documento La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo, Relación final del sínodo de los obispos al Santo Padre Francisco. Dado en la Ciudad del Vaticano, el 24 de octubre de 2015, n.58.
[14] Pablo Muñoz Iturrieta, opus cit., p.218.
[15] Eugenio Alburquerque, Ideología de género. Pretensiones y desafíos. Madrid: Editorial CCS, 2018. Tercera edición.
[16] Pedro Trevijano, Lo que un católico debe saber sobre la ideología de género. Religión en Libertad, 2023. Disponible sin costo en https://religionenlibertad.info/lo-que-un-catolico-debe-saber-sobre-la-ideologia-de-genero/.
[17] Pablo Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo equivocado. La ideología de género frente a la ciencia y la filosofía. Ontario: Metanoia Press, 2020. Segunda edición.
[18] San Pablo VI, Humanae vitae. Carta encíclica dada en Roma el 25 de julio de 1968. Disponible sin costo en https://www.vatican.va/content/paul-vi/es/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_25071968_humanae-vitae.html.






