Competencia emocional e inteligencia afectiva
En la Casa Usera de Colonia del 17 al 19 de junio, tuve el privilegio de asistir al encuentro titulado “La competencia emocional de los presbíteros” dirigido por el reconocido Padre Emilio Lavaniegos. Las conferencias, dirigidas a un grupo de sacerdotes de la Delegación Nacional de Lengua Española en Alemania, se centró en la importancia de la inteligencia afectiva en nuestra vida pastoral y personal, y fue una experiencia muy enriquecedora.
Las conferencias y su contenido
El Padre Emilio Lavaniegos, un experto en inteligencia emocional y afectiva, compartió su vasto conocimiento sobre cómo manejar nuestras emociones de manera efectiva y cómo podemos utilizar esta habilidad para mejorar nuestras interacciones con la comunidad. Lavaniegos destacó que la inteligencia afectiva es fundamental para entender y gestionar nuestras propias emociones, así como para reconocer y responder adecuadamente a las emociones de los demás.
Durante la charla, se abordaron temas como:
- Autoconciencia emocional: Cómo identificar y comprender nuestras propias emociones.
- Autorregulación: Técnicas para manejar nuestras emociones de manera constructiva.
- Empatía: La importancia de ponerse en el lugar del otro para construir relaciones más sólidas y comprensivas.
- Habilidades sociales: Estrategias para mejorar nuestras interacciones y comunicarnos de manera más efectiva.
Experiencias compartidas
Uno de los aspectos más valiosos de esta experiencia fue la oportunidad de compartir y discutir con otros sacerdotes nuestras experiencias y desafíos en la aplicación de la inteligencia afectiva en nuestro ministerio. Fue inspirador escuchar las historias y perspectivas de mis colegas, quienes enfrentan situaciones similares en sus parroquias y comunidades.
Algunos de los momentos más destacados fueron las sesiones de grupo donde compartimos casos específicos y recibimos retroalimentación constructiva. Esta dinámica nos permitió no solo aprender del Padre Emilio Lavaniegos, sino también de las vivencias y soluciones propuestas por otros sacerdotes. En particular, discutimos cómo manejar conflictos dentro de la comunidad, cómo apoyar a feligreses, y dejarnos apoyar nosotros mismos, en momentos de crisis emocional y cómo mejorar nuestra comunicación para ser más efectivos en nuestro rol pastoral.
Adquisición de nuevos conocimientos
Las sesiones formativas no sólo proporcionaron un espacio para la reflexión y el intercambio, sino que también nos brindaron herramientas prácticas para aplicar en nuestro día a día.
Estos nuevos aprendizajes son esenciales para nuestro desarrollo personal y comunitario. Nos equipan mejor para afrontar los desafíos emocionales que enfrentamos diariamente y nos permiten ser más efectivos en nuestra labor pastoral.
Conclusión
La participación en este encuentro formativo-fraterno sobre inteligencia afectiva con Emilio Lavaniegos fue una experiencia profundamente enriquecedora. No solo amplié mi comprensión de la inteligencia afectiva, sino que también me conecté con otros sacerdotes que comparten mis desafíos y pasiones. Esta experiencia ha reforzado mi convicción de que, como líderes espirituales, debemos continuar desarrollando nuestras habilidades emocionales para servir mejor a nuestra comunidad.
Estoy agradecido por la oportunidad de haber participado en este evento y espero poder aplicar los conocimientos y habilidades adquiridos para hacer una diferencia positiva en mi ministerio.
Padre Hugo Giménez
Misiones Offenbach am Main y Darmstadt