Rodgau, 28-30 de octubre de 2022
Desde hace ya más de dos años asisto a las capacitaciones para el ministerio juvenil, y siempre que tengo estos encuentros salgo con ideas nuevas y mucha motivación para formar un grupo juvenil en la ciudad en la que vivo. Pero este encuentro tuvo un significado aún más especial para mí, porque más allá de brindarme herramientas para ir materializando mi idea de grupo; me brindó un espacio de encuentro espiritual que a gritos lo estaba requiriendo, y aunque no fue un retiro espiritual, para mi funcionó de la misma manera.
¿cómo? El propósito de las actividades que nos tenían era revisar las cualidades y fortalezas del líder que llevamos dentro: labor que Dios nos está pidiendo ejercer en esta tierra extranjera sedienta de su amor, de encontrarse con Él y vincularse a su voluntad. Por esta razón sentí la necesidad de escucharlo y de conectarme espiritualmente
con Él buscando discernir cuál es el propósito que tiene para mí ya que querer ejercer el liderazgo de un grupo de jóvenes provenientes de diferentes partes del mundo,
donde la lengua predominante no es el español y donde la mayoría están a kilómetros de distancia de sus familias donde, aparte de tener la necesidad de conectarse con Dios, también tienen la necesidad de encontrar un lugar que puedan llamar “hogar”. No es una tarea fácil.
En este encuentro además pudimos conocernos y reconocernos aún más como hermanos en la fe, e incluso al final del encuentro nos delegaron la hermosa labor de “cargar un hermano”, es decir; en “adoptar” a otro joven del encuentro para estar en constante contacto, para brindarnos apoyo y escucha. También pudimos disfrutar de la compañía y del talento musical de un grupo de chicos de “Hakuna”, lo que hizo los momentos de oración aún más bellos. Y por último, lo que más me impactó fue el testimonio de un joven cristiano que provenía de Palestina, compartiéndonos la persecución y acoso constante que sufren en la ciudad de Belén a causa de sus creencias. Ello nos motivó a dar gracias por encontrarnos en un lugar donde podemos vivir y profesar nuestra fe con tranquilidad y sin miedo, y también a orar por aquellos hermanos que luchan por poder tener esta oportunidad.
Janeth Pauline Rativa B.
Estudiando Asistente de Dirección en Gestión de Comercio Mayorista y Exterior
Profesional en negocios y relaciones internacionales