Para mí las casualidades no existen, la gracia de Dios sí
Unas medallas nos llevaron a la idea de la consagración, y para motivar a las personas a tomárselo en serio y a consagrarse, pensamos en obsequiarles con las medallitas y rifar un viaje en peregrinación a visitar a la Mamita en París – en la Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa lugar donde se le apareció la Virgen Santísima a, la Hija de la Caridad o Vicenciana, Catalina Labouré-.
No nos imaginábamos que por un grupo de WhatsApp se nos agregarían más de 350 participantes de todo el mundo.
La preparación para la consagración se hizo durante 33 días con las excelentes lecciones de San Luis María Grignion de Montfort explicadas por Wilson Tamayo. Para la gloria de Dios, muchas personas descubrieron que la luz y la verdad, están dentro de la Iglesia; otros con gran asombro me dijeron que se habían dado cuenta que estaban viviendo como paganos. Lo más hermoso es que esto los llevó a reconsiderar muchas situaciones personales y a solucionarlas con el propósito de poder consagrarse.
El 27 de noviembre un número de aproximadamente 320 personas se consagraron al corazón de la Mamita María en los siguientes países: Alemania, Chile, Colombia, Costa Rica, EE.UU., España, Francia, Italia y República Dominicana.
Poder servir al Señor ha sido un gran privilegio, por la satisfacción y el gozo que sentimos al descubrir que sus propósitos superan los instrumentos, los medios y las pruebas.
¿Quién como Dios? Nadie como Dios. Y después de Dios nadie como la Mamita María.
Edith Heide