En esta ocasión nos dimos cita en Rodgau, el 9 y 10 de noviembre. Dirigió el retiro el padre Felipe Agudelo, con cuya guía pudimos abrir los ojos, que habíamos cerrado sin darnos cuenta, y nos encontramos de frente con la presencia contínua y fiel de Dios nuestro Padre, que nos conoce y nos ama con locura y sin medida. Fue una excelente ocasión para recordar quiénes somos, cuánto valemos y qué tan importantes somos para el Señor. Por supuesto, de nuevo tuvimos la dicha de forjar y fortalecer los lazos de amistad!! En esta ocasión trabajamos de la mano de la Asociación católicos hispanohablantes en Alemania.